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8 claves para que tus empleados aprendan idiomas

Las empresas invierten en idiomas por muchas razones: expansión internacional, mejora de la comunicación interna en equipos multinacionales, employer branding, motivación de equipos… Sin embargo, lo que muchas veces empieza siendo una buena idea, acaba convirtiéndose en un fracaso porque no se cumplen los objetivos, los alumnos se desmotivan, y no se alcanza el nivel deseado.

Mathew Lavía, responsable de Sky Languages, la división de Idiomas de ADAMS Formación, explica las 8 claves para que tus empleados aprendan idiomas:

  • Corresponsabilidad: es fundamental que en el diseño del programa participen tanto el proveedor de formación como la empresa que recibe la formación. Esto permitirá crear un programa personalizado que responda a las necesidades del cliente con los recursos y la experiencia del proveedor.
  • Objetivos claros y realistas: según la Universidad de Cambridge, se necesitan entre 500 y 600 horas de aprendizaje para alcanzar un nivel de inglés mínimo que permita trabajar de forma profesional y efectiva (B2 de la escala europea o Upper Intermediate) y entre 200 y 300 horas para subir de nivel. Por tanto, es necesario que establezcamos unos objetivos que se adapten a las horas de formación y que permitan afianzar lo aprendido, más allá de ‘conseguir’ niveles irreales.
  • Planificación: el aprendizaje de cualquier idioma tiene cuatro componentes (comprensión lectora, expresión escrita, comprensión oral y expresión oral). Según Lavía, el éxito de los programas formativos depende en gran medida de cómo planifiquemos el aprendizaje de estos cuatro componentes, y para ello resulta muy efectiva una planificación del proceso formativo en etapas, en función de la duración del curso y de los objetivos que se persigan.
  • Metodología adaptada a las características y necesidades de la empresa: Hay muchos tipos de formación (online, incompany, one to one, talleres, intensivos grupales e individuales, planes de choque, inmersiones, cursos en el extranjero, blended…) y tenemos que elegir aquel se adapte a nuestros objetivos y características.
  • Profesores implicados en la consecución de los objetivos: el papel del docente es fundamental y de él depende en gran medida el éxito del programa formativo. Los profesores tienen que conocer los objetivos del grupo y motivarles para que los consigan, teniendo en cuenta las características, necesidades y particularidades de sus alumnos. Para monitorizar la labor docente, son muy eficaces las encuestas de calidad.
  • Número de alumnos: es recomendable que haya un número máximo de 6 alumnos por profesor en clase.
  • Horarios racionales: para que los alumnos saquen el mayor partido a la formación hay que tener en cuenta la hora a la que tienen más energía. Por ello, hay que huir de los horarios como las 7 de la mañana o las 10 de la noche.
  • Poner la tecnología al servicio de la formación: existen muchas herramientas (aplicaciones móviles, gamificación, plataformas de streaming, test, chats) en las que podemos practicar idiomas desde un punto de vista más lúdico.

Como destaca Mathew Lavía, “desarrollar un plan formativo en idiomas es estratégico para cualquier empresa ya que contribuye a posicionar a las empresas venciendo todas las barreras comunicativas y fomenta la proyección internacional tanto de los profesionales como de las compañías”.